lunes, 16 de abril de 2018

El picudo Rojo "Hynchophorus ferrugineus"

Palmeras embelleciendo un parque.

Las palmeras están en peligro. Especialmente la Phoenix canariensis,  o palmera canaria es la que está peligro máximo.


Palmeras en todo su esplendor



En este globalizado mundo que por mano del hombre se ha convertido la Tierra, para bien o para mal el trasiego de personas, animales y plantas están desubicando y reubicando un número de especies de animales y plantas que traen el desequilibrio a las nuevas zonas de colonización.

Este fenómeno en modo alguno es nuevo, desde que el hombre bajó de los árboles ha modificado su entorno siempre en beneficio propio.

El hecho diferencial entre la actual globalización y las pasadas colinizaciones es la rapidez. En pocas horas o días un ejemplar de cualquier especie llega al pais de destino y silenciosamente se acomoda a las nuevas condiciones multiplicándolse asombrosamente. Cuando se hacen de notar el problema es mayúsculo. (todo esto generalizando).

Una de estas criaturas vino en 1993 desde Arabia Saudí, pasándo previamente por Egipto, alojada en palmeras de bajo coste económico, sin ningún tipo de control sanitario, al pairo del famoso "boom del ladrillo".

A toda velocidad había que adornar avenidas y jardines que aparecían como setas, los palmerales del viviero autóctonos no debieron de ser rentables por número y por crecimiento, por contra las ventajas del comercio global permite comprar a bajo costo cualquier cosa, asumiento transportes sin las exigencias normativas que tienen los europeos, pongo por caso.

Desembarcó nuestro protragonista, por Almuñecar para depués pasar al levante español, el palmeral de Elche, patrimonio de la humanidad, se ha visto muy afectado por este insecto(un insecto protagoniza esta historia) que ha acabado con miles (cerca de 50000 en 2014) de palmeras, y hoy tenemos picudo en España, Portugal, Francia, Italia, Grecia, Canarias, Las Antillas y California.

¿quién es esta criaturita?


Se llama científicamente "Hynchophorus ferrugineus" y es conocido por Picudo rojo.


El picudo rojo es un insecto coleoptero originario de Asia tropical, pertenece a la superfamilia Curculionoidea, especializada en depredar  especies vegetales de la familia Palmae. Un gorgojo que mide entre 2 y 5 cm.

Vive a costa de las palmeras datileras, la palmera canaria, el cocotero y la palmera de Guinea, hasta que su hospedador muere,  miles y miles de palmeras han sucumbido y siguen muriendo dando vida a tan pequeñaja critatura.

Una hembra fecundada de picudo puede depositar entre 200 a 500 huevos en una palmera, bien abriendo orificios o aprovechando hendiduras o heridas de la propia palmera.

Los huevos se convertirán en larvas que se envuelven en un capullo construido con fibras de la propia palmera. A su vez, esas larvas se convertirán en pupa que tras el siguiente proceso metamórfico saldrá el protagonista de nuestra historia; El Picudo Rojo (Hynchophorus ferrugineus"

El picudo completa todo su ciclo dentro de la misma palmera y en ella se queda hasta que termina con todo el alimento y marcha a por otra despensa.

Las palmeras datileras, canarias, cocoteras y de Guinea, atraen a los picudos porque estos son sensibles al KAIROMONAS, una sustancia química que libera la palmera por heridas o por podas sin tratar, de lo que podemos deducir que una palmera perfectamente sana y fuerte no atrae a los picudos.



Las larvas que salgan de esos huevos escavaran galerías, desde las axilas de las hojas a la corona, el interior y la base de la palmera y se alimentarán vorazmente. Alcanzarán los 5 cm en esta fase el crecimiento del picudo rojo está muy condicionado por las temperaturas.

Con las fibras de la palmera formarán un capullo y pasarán a la fase de pupa. Los capullos se localizan en la base de las palmeras. En el capullo permanece de 27 a 30 días dependiendo nuevamente de las temperaturas, alcanzando finalmente la fase de adulto.

El adulto se puede desplazar caminando, volando o montado en alguno de nuestros vehículos, aunque si la palmera donde nace aún conserva alimento, no se moverá.


Los síntomas que la palmera muestra por estar atacada por el picudo se comienzan a notar al año aproximadamente de su contagio.

En este momento aún podemos salvar a la palmera aplicando el tratamiento adecuado.

Las señales de alerta son:

Los perfiles de las hojas superiores aparecen con los extremos doblados o cortados en punta o en ángulo.

Debilitamiento y languidez de las hojas que confluyen en el "cogollo" de la palmera.

Presencia de galerías excavadas en los nacimientos de la hoja

Cuando las hojas de la palmera están totalmente desplomadas, de color gris y sin cogollo, la palmera está muerta. El protocolo a seguir en este caso es talar y quemar, para evitar que los picudos que aún queden en su interior salgan. Sin embargo pocas veces se hace esto, bien porque la palmera no tiene dueño conocido, bien porque sus dueños ignoran este extremo, o, lo más usual carecen de medios económicos para realizar esa labor que ciertamente es costosa y engorrosa. La administración hasta dónde yo se, no facilita las gestiones a particulares y claramente ha hecho dejadez de su responsabilidad de una forma imperdonable. Tenemos un magno problema de sanidad vegetal, otro más. 

El picudo en la Península Ibérica  encontró un clima óptimo y en tres o cuatro meses completa su ciclo vital, mejor no hacemos cuentas de la cantidad de picudos que pueden proliferar en un solo año.Esa capacidad reproductiva y destructiva ha hecho del picudo una plaga potencialmente capaz de contaminar todas las palmeras ibéricas.

El picudo desde que llegó hace más de 23 años (repito 23 años) se ha beneficiado de varios factores que unidos y sumados, han hecho de él un formidable enemigo.

Entre todo lo que he podido averiguar, el primer factor que  es la carencia de un método cien por cien seguro para erradicarlo. Se ha puesto en marcha remedios químicos para tratar de salvar a la palmera con indicios de picudo (siempre que no esté afectada la yema apical) que ciertamente han dado resultado pero que son muy costosos, si bien en primera instancia se logra salvar la vida de la palmera, hay que estar pendiente de ella y volver a inyectar en el fuste (tronco de la palmera) o rociando la parte superior de la palmera con los productos fitosanitarios de forma periódica, para evitar un nuevo contagio.

También hay métodos biológicos, bien con trampas para capturarlos o bien con hongos depredadores del picudo.

El gran obstáculo para solucionar el problema es el dinero. Curar una palmera es muy caro, aplicar remedios preventivos en palmeras expuestas al contagio, es muy caro. Las investigaciones sobre el problema comenzaron tarde y no acaban de dar con la solución milagrosa, solución milagrosa que vendría de la mano de la economía, hay que encontrar una solución barata y muy fácil de poner en práctica, tan fácil que cualquier persona pudiera aplicarla sobre sus palmeras, tal vez, solo tal vez,  así se podría acabar con este gravisimo problema medioambiental.

El desastre provocado ha llamado la atención de la Unión Europea propiciando el programa "Palm Proyect" mediante el cual se fomenta, regula y difunde todo lo que concierne a la lucha contra el picudo.

Ojala pronto veamos resultados serios, certeros y definitivos, de momento el Picudo Rojo parece imparable.






Palmera canarias  con claros sintomas de estar atacadas por el picudo.

Languidez de la palmera. En ésta se aprecia la parasitación de una higuera.











Zona de debilitamiento de las palmeras.




Palmera sin signos de estar contaminada.


Tres palmeras que fueron depredadas por el picudo. Las dos del fondo se ven ya heridas de muerte, la de la izquierda aparentemente sana y tratada sanitariamente, sucumbió en 2017



Zona preferente de ataque del picudo a las palmeras.

El triste aspecto que presentan las palmeras que sucumben al picudo rojo.


Palmera tratada contra el picudo. Murió en 2017.




Palmera siendo tratada sanitariamente para prevenir al picudo rojo. La palmera murió en 2017.



De las cinco palmeras dos se salvaron y le aplicaron profilaxis, han resistido hasta el verano de 2017.


Implante sanitario contra el picudo rojo.



Interior palmera con su interior podrido.



El olor que desprendía el cogollo de la palmera derribada era nauseabundo.


Pueden apreciar las galerías excavadas por el picudo.

Capullo, pupa y picudo en retirada, se aprecia perfectamente lo tamaños.

El protagonista,que no culpable, de esta lamentable historia, 

Otra imagen que compara, capullos, pupas y picudo.


Aquí aprecian mejor la pupa del picudo.

Picudo pretendiendo escapar.