martes, 28 de enero de 2014

Un Bosque Mágico. Haya común (Fagus sylvatica)



Hayas




Traemos hoy un ser extraordinario, el Haya común Fagus Sylvatica.

La palabra Fagus proviene del griego y significa "comer" ya que hay muchas partes del Haya común que son comestibles.

En tiempos y culturas pasadas el Haya proporcionó alimento a nuestros ancestros, ayudando sin duda, al aumento de la población humana en este lugar maravilloso llamado Tierra.

Por su parte, la palabra  Sylvatica hace referencia al bosque donde habita, en latín tenemos la palabra silva que significa selva. Ya metidos en definiciones y conceptos aclaremos la diferencia que hay entre bosque y selva.

Ambos son masas densas de arbolado, LAS SELVAS con más biodiversidad vegetal y animal, está situada en los trópicos de la tierra, por ello tienen mayor pluviosidad y menor amplitud térmica. 


LOS BOSQUES por contra,  tienen una especie arbórea dominante y menor presencia  de otras distintas. Están situados en la zona templada del Planeta teniendo una gran diferencia de temperatura entre unos y otros tipos de bosques y sus amplitudes térmicos son variables.

El Haya es un árbol de hoja caduca, que puede alcanzar los 40 metros de altura. La corteza de su tronco es gris clara, ceniza y lisa durante toda su vida.



Detalle de tronco de Haya




Tronco de Haya


Troncos de Haya


El agua pasando a los pies de las hayas.

Pertenece a la familia de las fagaceas, por tanto esta emparentada con robles y castaños, personajes que forman sus propios bosques.

Las hojas del haya son grandes, ovaladas y alternas con un color verde brillante que tornan en mil tonalidades de amarillo en otoño, cuando el hayedo toma su colorido más rico y espectacular.



Hojas de Haya

Hojas y tronco de Haya

Es un árbol monoico, es decir, que el mismo individuo tiene flores femeninas y masculinas que darán lugar a los hayucos, una cápsula recubierta de filamentos endurecidos parecidos a espinas en cuyo interior dividido en cuatro compartimentos, encontramos lo frutos.

Partes comestibles del haya:  las semillas encapsuladas en los hayucos, que tienen sabor semejante a la avellana. De dichas semilla se obtiene harina con la que fabricar pan, dulces, tortas... E igualmente se obtiene aceite de sabor similar al de oliva y que no se pone rancia hasta pasados los 10 años. Es un aceite rico en omega 3 y 6, enemigos del colesterol malo.

Los hayuco son altamente proteicos ideales para engordar cerdos y desde luego alimentar a los animales silvestres que viven en su bosque.

Hayucos un prodigio energético.


Como muchos de nuestros amigos (árboles) el haya también tiene cualidades sanadoras para el hombre. Se utiliza para bronquitis, gripe y resfriados, ulceras bucales, faringitis, para diarreas y por sus propiedades diuréticas. Aunque en elevadas dosis puede ser tóxica.

La creosata sacada de la brea de la madera de haya se utilizó de antiséptico para combatir la tuberculosis. Es un potente biocida utilizado también para proteger la madera.

Las hayas necesitan climas frescos y húmedos de suelo bien drenado con aporte regular de agua. Estas necesidades sitúan los bosques de hayas en la mitad norte de la Península Ibérica.

Los hayedos forman bosques muy bellos, especialmente en otoño cuando sus hojas adquieren un cromatismo arrebatador que va del verde brillante al marrón, aunque el Haya es el árbol dominante, podemos encontrar robles, pinos, serbales, saúcos, e incluso tejos, junto a gayubas, arádanos, fresas silvestres, frambuesas, zarzas...

En España existen hayedos tan emblemáticos y simbólicos como el de Irati, o el de Ordesa.

Tejera Negra, inicio de la ruta del Zarzas


El que ven ustedes aquí es el hayedo de Tejera Negra cuya singularidad es ser un bosque relicto (vestigio, superviviente aislado) por la latitud que ocupa. La Tejera Negra se ubica al norte de la provincia de Guadalajara.

Cuando lo visité ya sabía que iba a un bosque relicto e iba con la liturgia aprendida del que va a un acto místico, espiritual, mágico. Siendo consciente del privilegio que tenía.

La Tejera Negra tiene un numerus clausus, es decir que el número de visitantes está restringido a uno  concreto. Inteligente medida sin duda alguna.

Este bosque de hayas, en otoño y caminado  a la vera del río Zarzas conformaron una de las experiencias más emocionantes y mágicas de mi vida. Nada más comenzar la suave pero constante ascensión, el paisaje se fue cerrando para terminar siendo una sucesión troncos y copas de hayas por entre los cuales el cielo era solo retales sueltos de azul. La proximidad y el volumen de la arboleda se "comía" el espacio por el que me deslizaba con la sensación de ser una intrusa observada por mil ojos presentidos y algunos, totalmente desconocidos.

Esa magia era rota porque otro caminante me adelantaba pareciéndome un ser ajeno a todo aquel mundo. A veces se me antoja que mis congéneres no lo son y que, o ellos o yo estamos en ondas muy distintas y distantes.

La fantasía llama Damas Blancas
a las Hayas por esos troncos esbeltos y blancos.



Los blancos y esbeltos troncos de las hayas iban componiendo ante mis ojos imágenes cambiantes en formas, volúmenes, colores, luces, olores, texturas y sonidos. Si lograba desterrar los ruidos hechos por los pocos caminantes con los que me crucé, los oídos se deleitaban con el rumor de la brisa en las ramas, con el chocar de los hayucos en un suelo acolchado de hojas, con la caída de las propias hojas columpiándose en el aire tropezando con ramas y troncos para desmayarse suavemente en el mullido suelo.

Las aguas brincando en su descenso ladera abajo, saltando entre piedras y raíces. Escuchando el canto de pequeñas aves como el carbonero, el herrerillo...

Abrazar a esos suaves troncos de hayas, cerrar los ojos y sentir.

Bella casa de duende o de gnomo (Amanita Muscaria)


Una Amanita Muscaria, es decir una seta de gnomo. Aunque andaban por allí no vi  hadas y las ninfas no se dejan ver. Aunque busqué duendes no los advertí. Hace muchos años vi uno en otro bosque repleto de encinas y alcornoques, jaras pringosas, cantuesos, romero... aquello fue otra historia.

Ciertamente vivir aquél momento fue una experiencia religiosa si me permite la licencia Enrique Iglesias.

Las hayas en el mundo mágico están consagradas a la Luna con el fin de tener más capacidades intelectuales y aumentar la sabiduría. Árbol relacionado con los estudios, el conocimiento y la ciencia. En la mitología asturiana además, está vinculada ala fecundidad.



 Aquí les dejo imágenes del hayedo de la Tejera Negra y créanme que no le hacen justicia.

















Leñero o Centro de Ocio para Gnomos.

































Detalle del suelo en un bosque de hayas.


En el suelo y en los viejos troncos viven multitud de líquenes, musgos y setas









En la siguiente imagen ves ustedes unos líquenes llamados Fimbriata Cladonia, utilizada como trompeta por hadas, dríades y otros diminutos seres que pueblan estos bosques.

Apenas alcanzan el centímetro estas pequeñas trompetas o Frimbriata Cladonia.

Autora de las fotos Paloma Iglesias, que autoriza la utilización de las mismas siempre y cuando sean por y para el bien de los árboles.