domingo, 28 de abril de 2013

De mudanza. Por la dehesa.





Una imagen vale más que mil palabras, pero son pocas para apreciar lo que ocurría en la dehesa. Si se fijan en la primera foto verán que la copa del alcornoque (a su derecha) no tiene un verde homogéneo, por el contrario hay partes amarillentas. Miren con atención las copas de los siguientes alcornoques, todos son alcornoques descorchados hace tres o cuatro temporadas.







En el detalle de las hojas se puede apreciar con toda claridad que las hojas del alcornoque estaban totalmente amarillas.



A los pies de algunos de estos alcornoques las hojas amarillas formaban una espesa alfombra, como si estuviéramos en otoño y como si las Querqus suber fueran árboles de hoja caduca, ambos extremos inciertos.
Sin embargo las hojas amarilleadas de los alcornoques y solo de los alcornoques, se caían tristemente.


Que un árbol sea de hoja perenne no quiere decir que sus hojas no se caigan, tienen su ciclo vital como todo ser vivo y muere. El proceso de ir renovando sus hojas se hace de forma paulatina y no simultánea.

El proceso de cambio de hojas en los árboles de hoja perenne, se suele hacer en primavera, cuando la nueva hoja tiene el vigor suficiente de desplazar la hoja muerta. 

Pero lo que llama la atención es que sea en alcornoques que fueron descorchados al mismo tiempo y de forma tan abundante que haga amarillear sus copas, observando esas tonalidades a gran distancia.

Les confieso que yo me angustié mucho al pensar que fuera "la seca" (de la que les hablaré, espero, en el futuro), pero el fenómeno, al parecer, es mucho más natural y normal. El árbol demuestra así que se recupera del fuerte estrés hídrico (falta de agua) que sufriera los años anteriores, aprovechando las abundantes lluvias de la temporada para renovar gran cantidad de sus hojas.



Los árboles demuestran una vez más su sabiduría, paciencia, resistencia y vigor. Espíritu de Árbol está feliz porque sus hermanos alcornoques lejos de estar enfermos están más vivos y sanos que nunca, a pesar de los pesares. 

Eso sí, me sigo preguntando por qué era tan patente ese cambio en los alcornoques descorchados hace tres o cuatro temporadas y no en el resto de sus hermanos "querqus.

¿A ustedes no les pasa que cuando conocen la respuesta a una de sus preguntas, a renglón seguido le surgen más preguntas al pairo de esa respuesta?









sábado, 27 de abril de 2013

Agallas (Por la margen del río Ayuela)












No podía estar en un entorno más bucólico; un riachuelo cantarin adornado de "margarítas acuáticas"  (Ranunculus aquatilis), una garza imperial se ponía las botas pescando, alejada de todo ruido humano  y acompañada por el zumbar de los insectos y el rumor del agua.


Cerca del riachuelo crecían varias encinas jóvenes, de ellas me llamó la atención una que lucía unos puntos rojos en su follaje. Al acercarme comprobé que eran como frutos que crecían en medio de la hoja.



















Estas "bolas" rojas en las hojas de las quercinias son agallas, concretamente esta es la Plagiotrochus quercusilicis.  Las agallas vegetales, llamadas también fitomas, es un desarrollo anormal provocadas por distintos organismos. Tan importante y delicado es el asunto de las agallas que la ciencia forestal dedica una disciplina llamada CECIDOLOGIA a estudiar los más de 15.000 especies de organismos vivos que provocan otros tantos tipos de agallas vegetales. Los organismos que pueden provocar agallas vegetales pueden ser hongos,   virus, bacterias, protozoos, ácaros e insectos. 


En el caso que nos ocupa Plagiotrochus quercusilicis, está provocada por un insecto (Himenóptero cinípido) sobre las hojas y flores masculinas de encinas y coscojas en la primavera.  El proceso por el que se llegan a formar las agallas está aún por desentrañar.





La forma de combatir este tipo de agallas es la poda de las partes afectadas, en casos extremos puede llegar a provocar la muerte del árbol.  Otros tratamientos fitosanitarios dependerán del tipo de organismo causante de la agalla y de su ciclo vital.

Me quedo pensando sobre la belleza, la vida, la muerte...




jueves, 18 de abril de 2013

Cerezos en Flor




La belleza, elegancia, glamour, exquisitez, son conceptos que posee, junto con algunos más la flor del cerezo.

No hay verso que iguale al blanco pétalo que, mecido por el viento se  deposita en el suelo. En el Valle del Jerte la poesía se ve, se toca, se huele, se transpira y explicarla es imposible.

Las imágenes que les muestro son buena muestra de ello, aunque no les lleva la brisa, el aroma, la calidez y el rumor de los vuelos de  abejas, abejorros y otros insectos voladores.







El cerezo, Prunus avium es un árbol de la familia de las Rosaceae, a la que pertenecen melocotoneros, almendros, ciruelos.... El cerezo es caducifolio lo que significa que si al principio de la primavera pinta el Valle de blanco, en verano lo viste de verde y en otoño tiñe las laderas de rojos variados. En cualquier estación del año, embeberse en el Valle del Jerte les reportará una inmensa felicidad.



Este maravilloso árbol produce un fruto riquísimo; la cereza, de la que tal vez hablemos en el futuro.



El cultivo del cerezo requiere un concienzudo laboreo que se desarrolla durante, practicamente, todo el año. Tal vez el que llame más la atención está relacionado con la polinización. Al ser un árbol hermafrodita (1) y autoincompatible se plantan polinizadores (árboles compatibles entre incompatibles) cada 3 árboles en una de cada 3 filas, es decir se intercalan árboles que suministran el polen adecuado. Necesitan una polinización cruzada que se auxilia de las abejas, el viento y algunos abejorros.






Hay cerezos que se cultivan por y para su floración. En Japón la flor del cerezo es símbolo nacional, y en su honor se celebran fiestas.


La poda es otro trabajo muy exigente en nuesro árbol ya que no soporta una poda mal hecha. Del asunto de las podas entraremos en el futuro, un tema para Espíritu de Árbol algo espinoso.




Cerezos diferentes se cultivan en el centro Sur de Europa, el Oeste de Asia y américa para obtener una rojiza madera que es símbolo de calidad y distinción. Igualmente de la madera del cerezo se fabrican instrumento musicales como p.e el arpa.

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(1) Los árboles pueden ser DIOICO con idividuos femeninos y con otros masculinos, p.e. el acebo.
MONOICO, tienen flores masculinas y femeninas en el mismo árbol, p.e. las coníferas y HERMAFRODITAS el árbol en el que la misma flor tiene partes masculinas y femeninas.

sábado, 13 de abril de 2013

¡Qué susto! (en el tronco de un castaño)



Ayer me fui al bosque. El bosque siempre está precioso. Y siempre nos guarda alguna aventura, alguna sorpesa, algún peligro, algún susto...

Los bosques que yo conozco están en montañas o en sierras, hay que subir y bajar. Las pendientes son pronunciadas o resbaladizas y es bueno asirse a algo firme. Si bien llevar bastones es muy bueno, nada como tener el tronco de un árbol a mano para agarrarse a él y no rodar tristemente por el suelo.

La situación era esta; no llevaba bastones y el camino se mostraba resbaladizo por lo que asirse a la firmeza de un tronco era un desahogo. Cuando me volví para agradecerle la ayuda que el árbol me había brindado, me topé de frente con esta aparición. Les aseguro que no tomo alucinógenos, ni había tocado ningún tipo de seta para tener visiones, pero el susto que me llevé fue morrocotudo al contemplar la formación facial que aparecía en   la oquedad del tronco, de aquél altísimo árbol.

Menos mal que llevo mi cámara de fotos que testa este tipo de cosas, porque si cuento que fue el Espíritu de un ESBELTO CASTAÑO el que evitó que diera un mal traspiés, no me cree ni dios.

¿No les parece encantador mi caballero ESBELTO CASTAÑO?

Yo lo veo muy guapo e interesante (Foto: Paloma I)



Foto; Paloma I.



Foto: Paloma I.

Foto; Paloma I.


Asi de misterioso está el bosque.
(Foto: Paloma I.)

Si quieres saber algo más de los castaños pueden curiosear lo que puse de ellos en el siguiente enlace.